Aportes de grandes despachos de arquitectura

Aportes de grandes despachos de arquitectura de calidad en las construcciones del siglo XXI.

La arquitectura es uno de los grandes patrimonios de la humanidad, albergan costumbres y estética de una cultura.

Existen diversos proyectos arquitectónicos que pasarán a la posteridad gracias a su valor estético, su diseño inteligente, su alta funcionalidad y sobre todo, por responder a necesidades de la cultura que los alberga, de manera que no había sido antes prevista. Afortunadamente, en México contamos con grandes despachos de arquitectura que han construido hermosos recintos que merecen un espacio en esta selección.

En primer lugar, vale la pena mencionar una obra que nació a partir de hechos históricos tristes y sombríos, y que a raíz de ello, crearon un espacio con el fin educar y recordar, para que esos hechos no se repitan jamás. Se trata del Museo de Memoria y Tolerancia en el centro de la Ciudad de México, en donde una caja de madera de Tzalam contiene al Auditorio, y cuya parte superior funge como área de exposiciones temporales por medio de una cristalera transparente, atractiva para los visitantes. En la transición entre Memoria y Tolerancia, los acudientes pasan por un luminoso espacio en donde una cascada de 20,000 lágrimas simboliza a las víctimas, mientras las hojas de olivo simbolizan la paz.

Por otro lado, no se puede dejar de nombrar el Papalote Museo del Niño, que con el reto de atraer a los niños sin que se sintieran intimidados por el tamaño y solemnidad de un museo convencional, los despachos de arquitectura lograron a la perfección dicho propósito, a base de usar figuras geométricas agradables, así como colores y texturas y que fueran fácilmente reconocibles para los niños, y que pudieran inspirarlos a aprender y conocer sobre el museo.

La construcción arquitectónica de una iglesia supone un reto importante para los despachos de arquitectura, y es que el recinto, además de funcionalidad, debe contar con una gran carga de misticismo que propicie el llevar el mensaje que se desea. La iglesia de San José María Escrivá, al poniente de la Ciudad de México, encarna este precepto sin duda, ya que el recinto está diseñado meticulosamente para mezclar arquitectura con elementos simbólicos, de modo que ningún detalle fue puesto de manera gratuita en cada espacio, todo tiene un porqué.

Resulta obvio mencionar que existen miles de proyectos que están quedando fuera, valdría la pena estudiar un poco sobre obras como el centro comercial Antara, la Torre Reforma, la Universidad Iberoamericana, por mencionar unos cuantos.