Tiendas comerciales en hoteles y oficinas corporativas

Conoce todos los beneficios de tener tiendas comerciales en hoteles y oficinas como amenidad, ideales para el despacho.

Las tiendas comerciales que se encuentran dentro de hoteles y de oficinas corporativas suelen ser parte del concepto todo en uno: es decir, que se logran cubrir distintas necesidades en un mismo espacio. Y si bien encontrar locales comerciales en hoteles suele ser un poco más común, no son pocas las oficinas corporativas que están incorporando este esquema dentro de sus inmediaciones; y es que los beneficios suelen ser vastos.

Por un lado, contar con tiendas comerciales dentro de los hoteles de lujo cubre bastantes necesidades de un mercado específico: el de los turistas y viajeros de negocio, ya que suelen resolver sus compras de último momento en este tipo de comercios, así como sus compras de emergencia. Es por demás común que olvidemos empacar al irnos de viaje artículos como pasta de dientes, o productos de higiene personal, y por lo mismo, es casi un hecho que encontremos este tipo de artículos en las tiendas de los hoteles, eso sí, a precios un poco más elevados que en otras tiendas. Sin embargo, es un gasto que estamos dispuestos a hacer cuando estamos de viaje y salir al súper a comprar una aspirina de emergencia suele darnos mucho más flojera, que enfrentar el gasto de comprarla en la tienda del hotel.

Por otro lado, cada vez es más común encontrar tiendas comerciales dentro de las oficinas corporativas; un concepto que nació como resolución a la agitada vida del mundo corporativo, ¿cuántas veces nos estresamos tratando de ver de dónde vamos a sacar tiempo para ir a hacer las compras de regalos para familiares al salir del trabajo? Cuando contamos con este tipo de amenidades dentro de la estructura de la oficina, se vuelve mucho más fácil usar el horario de la comida para hacer las compras de regalos navideños, de cumpleaños o el intercambio de la oficina. Si vienen clientes del extranjero a visitar, ir a comprar algún detalle nunca fue más fácil.

Además, tanto las tiendas dentro de los hoteles como dentro de las oficinas corporativas cuentan con una ventaja imbatible: el enorme flujo de gente que representan ambas inmediaciones y el mercado captivo que les corresponde. Así, la gente que en un principio vaya a darse la vuelta únicamente por curiosidad, es muy probable que termine regresando, o comprando algo desde sus primeras visitas. Una situación en donde todos ganan.